ARGANDA DEL REY, DEL 7 AL 31 DE MARZO

EL CAMINO A LA IGUALDAD

UNA HISTORIA IMPRESCINDIBLE

LA EXPOSICIÓN

¿Cuáles han sido las distintas etapas recorridas por nuestra sociedad en el camino a la igualdad?, ¿Cuándo surgió el feminismo y la reivindicación para la no discriminación por razón de sexo?, ¿Quiénes han pasado a la historia por su defensa de los derechos de las mujeres?, ¿Cuáles son los principales retos superados?

“El Camino a la Igualdad. Una historia imprescindible” es una exposición de carácter artístico y divulgativo en la que, a través de ilustraciones de sus principales protagonistas, recorreremos 5 etapas de la historia del feminismo para dar respuestas a éstas y otras preguntas, de una forma amena y apta para todos los públicos.

Puede visitarse la exposición en la Empresa De Servicios Municipales de Arganda del Rey, ESMAR, calle Solanilla, 27.

Fechas: del 7 al 31 de marzo

Horario de visita: de 9h. a 14h. y de 17h. a 19h.

ETAPA 1: EL ORIGEN

Con el nacimiento de la Ilustración valores como la libertad, la igualdad y la fraternidad inspiraron profundos cambios políticos, culturales y sociales.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada el 26 de agosto de 1789, en los albores de la Revolución francesa, fue la expresión de un verdadero giro en la historia de la humanidad que proclamaba que “los hombres nacen y permanecen libres e iguales”. Una declaración inimaginable hasta entonces, en una sociedad en la que los derechos y obligaciones dependían del estamento al que se pertenecía (nobleza, clero o tercer estado).

Sin embargo, esta Declaración no incluía a todas las personas, y a las mujeres, por ser mujeres, se les negaron los derechos reconocidos para los hombres relativos a la propiedad privada, la seguridad e igualdad jurídica y política o la libertad personal, manteniéndolas dependientes de padres y esposos y en una minoría de edad legal perpetua que las reservaba el hogar como ámbito de actuación.

Es en este contexto cuando nace el feminismo como movimiento social y corriente teórica.

1 Olympe de Gouges

Olympe de Gouges, es el pseudónimo de Marie Gouze, escritora francesa y precursora del feminismo que reivindicó la igualdad entre hombres y mujeres. Escribió la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana” (1791) parafraseando la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano para defender la dignidad de las mujeres y reivindicar el reconocimiento de sus derechos fundamentales.

Carta recibida por Olympe de Gouges de su padre

«No esperéis, señora, que me muestre de acuerdo con vos
sobre este punto. Si las personas de vuestro sexo pretenden
convertirse en razonables y profundas en sus obras, ¿en qué nos
convertiríamos nosotros los hombres, hoy en día tan ligeros y
superficiales? Adiós a la superioridad de la que nos sentimos tan
orgullosos. Las mujeres dictarían las leyes. Esta revolución sería
peligrosa. Así pues, deseo que las Damas no se pongan el birrete
de Doctor y que conserven su frivolidad hasta en los escritos. En
tanto que carezcan de sentido común serán adorables. Las
mujeres sabias de Molière son modelos ridículos. Las que siguen
sus pasos son el azote de la sociedad. Las mujeres pueden
escribir, pero conviene para la felicidad del mundo que no tengan
pretensiones»

2 Mary Wollestonecraft

Destacada escritora y filósofa inglesa, Mary Wollstonecraft es autora de “Vindicación de los derechos de la mujer” (1792), obra en la que defendía una educación igual para los niños y niñas, la independencia económica de las mujeres, la participación política y la representación parlamentaria de éstas. Es célebre su frase “Educad a las mujeres como a los hombres. No para que tengan poder sobre ellos, sino sobre sí mismas”.

ETAPA 2: EL DERECHO AL VOTO

En 1848, se celebró en Seneca Falls (Nueva York) lo que hoy se conoce como la primera convención sobre los derechos de la mujer. Fue organizada por Lucretia Mott y Elizabeth Cady Stanton y dio origen a la célebre «Declaración de Seneca Falls» (o «Declaración de sentimientos«), un documento basado en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que denunciaba las restricciones políticas y económicas a las que estaban sometidas las mujeres, y que les impedía alcanzar la ciudadanía plena.

A pesar de que el sufragio universal sea hoy considerado un pilar esencial de la democracia, el derecho a voto de las mujeres tardó décadas en conseguirse.

En EEUU no fue hasta 1920 cuando el Congreso ratificó la Enmienda 19 de la Constitución que garantizaba el sufragio de todos los ciudadanos en todos los estados del país, independientemente de su sexo.

En Reino Unido, el Parlamento británico aprobó el 6 de febrero de 1918 una ley que otorgaba el derecho al sufragio a las mujeres mayores de 30 años.

En España el derecho al voto de las mujeres fue reconocido el 1 de octubre de 1931 gracias a la acérrima defensa de Clara Campoamor.

En 1948, la legislación internacional reconoció el sufragio femenino como un derecho fundamental.

DECLARACIÓN DE SENECA FALLS

DECLARACIÓN DE SENTIMIENTOS

Seneca Falls, Nueva York
19 y 20 de julio de 1848

CONSIDERANDO: Que está convenido que el gran precepto de la naturaleza es que «el hombre ha de perseguir su verdadera y sustancial felicidad». Blackstone en sus Comen-tarios señala que puesto que esta ley de la naturaleza es coetánea con la humanidad y fue dictada por Dios, tiene evidentemente primacía sobre cualquier otra. Es obligatoria en toda la tierra, en todos los países y en todos los tiempos; ninguna ley humana tiene valor si la contradice, y aquellas que son válidas derivan toda su fuerza, todo su valor y toda su autoridad mediata e inmediatamente de ella; en consecuencia:

DECIDIMOS: Que todas aquellas leyes que sean conflictivas en alguna manera con la verdadera y sustancial felicidad de la mujer, son contrarias al gran precepto de la naturaleza y no tienen validez, pues este precepto tiene primacía sobre cualquier otro.

DECIDIMOS: Que todas las leyes que impidan que la mujer ocupe en la sociedad la posición que su conciencia le dicte, o que la sitúen en una posición inferior a la del hombre, son contrarias al gran precepto de la naturaleza y, por lo tanto, no tienen ni fuerza ni autoridad.

DECIDIMOS: Que la mujer es igual al hombre —que así lo pretendió el Creador— y que por el bien de la raza humana exige que sea reconocida como tal.

DECIDIMOS: Que las mujeres de este país deben ser informadas en cuanto a las leyes bajo las cuales viven, que no deben seguir proclamando su degradación, declarándose satisfechas con su actual situación ni su ignorancia, aseverando que tienen todos los derechos que desean.

DECIDIMOS: Que puesto que el hombre pretende ser superior intelectualmente y admite que la mujer lo es moralmente, es preeminente deber suyo animarla a que hable y predique en todas las reuniones religiosas.

DECIDIMOS: Que la misma proporción de virtud, delicadeza y refinamiento en el comportamiento que se exige a la
mujer en la sociedad, sea exigida al hombre, y las mismas infracciones sean juzgadas con igual severidad, tanto en el
hombre como en la mujer.

DECIDIMOS: Que la acusación de falta de delicadeza y de decoro con que con tanta frecuencia se inculpa a la mujer cuando dirige la palabra en público, proviene, y con muy mala intención, de los que con su asistencia fomentaban su aparición en los escenarios, en los conciertos y en los circos.

DECIDIMOS: Que la mujer se ha mantenido satisfecha durante demasiado tiempo dentro de unos límites determinados que unas costumbres corrompidas y una tergiversada interpretación de las Sagradas Escrituras han señalado para ella, y que ya es hora de que se mueva en el medio más amplio que el Creador le ha asignado.

DECIDIMOS: Que es deber de las mujeres de este país asegurarse el sagrado derecho del voto.

DECIDIMOS: Que la igualdad de los derechos humanos es consecuencia del hecho de que toda la raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad.

DECIDIMOS, POR TANTO: Que habiendo sido investida por el Creador con los mismos dones y con la misma conciencia de responsabilidad para ejercerlos, está demostrado que la mujer, lo mismo que el hombre, tiene el deber y el derecho de promover toda causa justa por todos los medios justos; y en lo que se refiere a los grandes temas religiosos y morales, resulta muy en especial evidente su derecho a impartir con su hermano sus enseñanzas, tanto en público como en privado, por escrito o de palabra, o a través de cualquier medio adecuado, en cualquier asamblea que valga la pena celebrar; y por ser esto una verdad evidente que emana de los principios de implantación divina de la naturaleza
humana, cualquier costumbre o imposición que le sea adversa, tanto si es moderna como si lleva la sanción canosa de la
antigüedad, debe ser considerada como una evidente falsedad y en contra de la humanidad.

 

3 Elizabeth Cady Stanton

Elizabeth Cady Stanton fue una sufragista y abolicionista americana que lideró el movimiento por los derechos de la mujer en Estados Unidos a mediados y finales del siglo XIX. Fue, junto a Lucretia Mott, la principal impulsora de la Convención de Seneca Falls de 1848, la primera convención convocada con el único propósito de debatir los derechos de la mujer.

4 John Stuart Mill

John Stuart Mill fue un célebre diputado de la Cámara de los Comunes que ya en 1866 defendió en el parlamento británico el derecho a voto de las mujeres, pero su propuesta fue rechazada por amplia mayoría. Autor de “La esclavitud de las mujeres” (1869) abogaba por la libertad y la igualdad de las mujeres en las mismas condiciones que los hombres.

5 Clara Campoamor

Elizabeth Cady Stanton fue una sufragista y abolicionista americana que lideró el movimiento por los derechos de la mujer en Estados Unidos a mediados y finales del siglo XIX. Fue, junto a Lucretia Mott, la principal impulsora de la Convención de Seneca Falls de 1848, la primera convención convocada con el único propósito de debatir los derechos de la mujer.

ETAPA 3: EL FEMINISMO EN ESPAÑA

España disfruta de una larga tradición de pensamiento feminista que se desarrolla dentro de las condiciones de la historia particular del país.

Entre las numerosas representantes del feminismo español destacamos 3 figuras que ejercieron una gran influencia en la conquista de los derechos de las mujeres en España. Éstas son: Benito Jerónimo Feijoó, Emilia Pardo Bazán y Concepción Arenal

Además, recorreremos una línea de tiempo con los principales hitos en cuánto a los derechos conquistados por las mujeres, derechos que en ocasiones fueron eliminados al poco tiempo de haberse conseguido y que no volvieron a alcanzarse hasta la llegada de la democracia.

Es importante señalar que derechos tan básicos como el reconocimiento de la igualdad entre las mujeres y los hombres, el acceso a la educación o al trabajo, el derecho al voto y a la participación político y el desarrollo de medidas destinadas a garantizar los derechos que corresponden a las mujeres, por ser personas, son conquistas recientes en nuestro país y aún continúan siendo una quimera en muchos países.

Hoy en día, y aunque hemos avanzado mucho, la violencia de género, la conciliación laboral y familiar, la desigualdad en las tareas de cuidados, la feminización de la pobreza, la dificultad de las mujeres de llegar a los puestos más altos en el mercado laboral y la globalización de las conquistas siguen siendo un reto pendiente.

6 Benito Jerónimo Feijoo

Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, religioso benedictino y figura destacada de la primera ilustración española, es autor del discurso «Defensa de mujeres» (1726), considerado el primer tratado del feminismo español en el que defiende la igualdad intelectual entre hombre y mujer, la dignidad moral de las mujeres y su derecho a acceder a la educación, la cultura

7 Concepción Arenal

Concepción Arenal Ponte, pionera en el feminismo español y precursora del Trabajo Social en España se disfrazaba de hombre para participar en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid y en tertulias políticas y literarias. Denunciaba las desigualdades sufridas por las mujeres en aquella época especialmente en el acceso a la educación superior.

8 Emilia Pardo Bazán

Emilia Pardo Bazán, condesa de Pardo Bazán, fue escritora, catedrática, conferenciante española introductora del naturalismo en España y firme defensora de los derechos de las mujeres. Una de sus citas más conocidas es la aparecida en “La mujer española” (1890) en la que encierra la idea, entonces revolucionaria, de que las mujeres no nacían con el único propósito de ser madres: «todas las mujeres conciben ideas, pero no todas conciben hijos”.

ETAPA 4: FEMINISMOS

A partir de los años 60, las mujeres comenzaban a conseguir el reconocimiento legislativo de sus derechos sin lograr alcanzar la igualdad efectiva. Es en este momento cuando se empiezan a desarrollar teorías sociales que profundizan en las razones que mantenían a las mujeres en un estado de inferioridad respecto a los hombres.

Grandes exponentes como Simone de Beauvoir, Betty Friedan o Kate Millet, comenzaron a señalar en sus libros algunas problemáticas que aparecían de manera sutil en la sociedad pero que dificultaban el alcance efectivo de igualdad entre mujeres y hombres.

La importancia de los roles y estereotipos de género, la opresión sexual de la mujer, la violencia de género o la dificultad de las mujeres para alcanzar cuotas de poder en el mercado laboral, fueron los pilares fundamentales en torno a los que se articularon las distintas corrientes feministas.

Las corrientes actuales más destacadas son el feminismo liberal, el feminismo radical y el feminismo interseccional.

Desde entonces y hasta ahora, estas corrientes tratan de dar respuesta a la desigualdad y los problemas de las mujeres, coincidiendo en los objetivos, pero no siempre en las soluciones.

9 Simone de Beavoir

Filósofa, profesora y escritora francesa, Simone de Beauvoir es autora de “El segundo sexo” (1949), obra fundamental en la historia del feminismo, en la que sostiene que la mujer, y lo que entendemos por mujer, es una construcción cultural, definida por la sociedad en relación al varón, y que determina los roles y estereotipos de género. Es célebre su frase «No se nace mujer, se llega a serlo».

10 Betty Friedan

Escritora y líder feminista estadounidense, Betty Freidan escribe de «La Mística de la Feminidad» (1963), en el que desgrana el rol opresivo que se imponía a las mujeres de la época. Máxima representante del feminismo liberal, considera la exclusión de la mujer de la esfera pública uno de los problemas fundamentales y propugna reformas en el mercado laboral y la promoción de mujeres en cargos políticos.

11 Kate Millet

Escritora y activista feminista Kate Millet es autora de «Política Sexual» (1969) donde vincula sexualidad, política y género. Máxima representante del feminismo radical, sostiene que la raíz de la desigualdad es el patriarcado, definido como el sistema de opresión del hombre sobre la mujer, y del que se benefician todos los hombres al recibir los beneficios económicos, psicológicos y sexuales del sistema patriarcal.

ETAPA 5: EL FEMINISMO COMO MOVIMIENTO GLOBAL

A partir de las conferencias internacionales de la mujer organizadas por la ONU, el papel relevante que, poco a poco, han ido alcanzado las mujeres en la esfera púbica y política, y la colaboración de organismos internacionales, el camino a la igualdad avanza en muchos países.

La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer organizada por Naciones Unidas, se celebró en Beijing en 1995 y marcó un antes y un después para la agenda mundial de igualdad de género. La conferencia consolidó cinco decenios de avances dirigidos a garantizar la igualdad de las mujeres y los hombres tanto en las leyes como en la práctica. Participaron en las negociaciones más de 6.000 delegadas/os gubernamentales y más de 4.000 representantes acreditadas/os de organizaciones no gubernamentales.

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada de forma unánime por 189 países, constituye un programa en favor del empoderamiento de la mujer y establece objetivos estratégicos y medidas para el progreso de las mujeres y el logro de la igualdad de género.

Por otro lado, el 25 de septiembre de 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que se incluye la Igualdad de Género como uno de los objetivos fundamentales. Este objetivo incluye metas e indicadores específicas que deben alcanzarse en todos los países para el 2030.

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